Y peor aún, ¿es un recurso casi casi invalidado (si no, rechazado de antemano) en el imaginario de las personas?
Son muchas las respuestas que obtengo cuando hago esta pregunta.
Básicamente, por desconocimiento. Sabemos que cuando una creencia se instala en la consciencia colectiva y se generaliza de manera inconsciente, sin interrogarla, resulta muy muy difícil abordarla y, naturalmente, cambiarla.
Si la creencia se instala con la idea de que ya sabes de qué te van a hablar y de qué va todo esto, casi es mucho peor porque no das opción a la apertura mínima necesaria para que alguien se interese y se cuestione acerca de si esta profesión va más allá de lo que le contaron, alguien y en algún momento, con una elaboración propia no precisamente fiel a la realidad.
Si a esto le sumas que alguien haya dado en las manos de aquellos que tras algo que hicieron se pusieron a trabajar como coaches y el cliente no obtuvo nada en claro de la interacción.
Si añades que eso de indagar en uno mismo es de “loqueros”.
Si presumes de que todo te va bien y que el coach no se entera de nada y que para qué te sirve su intervención.
Si no indagas en la propia vida del coach (no sólo en su trayectoria profesional) y observas y confirmas que el coaching realmente significó una transformación en el propio coach y no se trata de una profesión de fin de semana.
Si consigues trascender toda esta maraña de ideas condicionadas y averiguas que el coaching es todo eso (quizá) y mucho más que pone a tu disposición todo un mundo de posibilidades de mejora, avances y conocimientos incuestionables que se despliegan a través del profesional para tu crecimiento y evolución.
Si te permites entender que esto no es distracción ni ocio ni siquiera vas a pasar un buen rato.
Si consideras mínimamente que detrás de toda esta contaminación existe una gran profesión, miles de horas de formación de un profesional cualificado para entenderte, entrenarte, acompañarte, animarte, guiarte y (ojo, no para decirte lo que tienes que hacer), facilitarte esa exploración interna a la que estamos tan poco acostumbrados y nos da tanto miedo, y todas esas cuestiones que necesitas que haga para abrirte a otros niveles de estar contigo y generes esa realidad que deseas.
Entonces y sólo entonces, habrás comprendido qué hacemos cuando hacemos coaching y estarás en una posición inmejorable para que todo eso que ponemos a tu disposición te aporte lo mejor de esta profesión, pero, sobre todo, estarás en el umbral de un nuevo nivel para que te descubras a ti y lo eleves a lo mejor de ti mism@.
Bienvenid@ al coaching!
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