top of page

Los cambios son duraderos o no son

Foto del escritor: Proyecto AnaleaProyecto Analea

 



Habitualmente nos planteamos cambiar por algún motivo o razón que, en la mayoría de las ocasiones, no pasa de ser un mero imaginario. Aquí veremos algunas claves que normalmente nos pasan desapercibidas en torno a nuestras decisiones, pero que a la larga sembrarán el germen de lo que tendrá continuidad o no en nuestra vida e influirán en aquello que deseamos transformar.

 

Un cambio no deja de ser una decisión personal, podemos estar de acuerdo en esto. En principio, nadie nos empuja a tomarla…, ¿o sí?


Desde ahí quiero iniciar esta cuestión.


¿Estamos ante un asunto propio o nos viene dado? Lo normal es que nos venga dado, nos guste o no.


Entonces, va la siguiente pregunta: Si no es una decisión mía, ¿me apropiaré de ella o me dejaré llevar?


Lo que parece nimio se convierte en el hilo conductor de la cuestión, si no tomo posición con respecto a aquello que deseo cambiar, transformar, corregir, modificar, mejorar, en mí, se quedará en una mera conducta y no pasará de ahí.


Sin embargo, si deseo desde un lugar propio, decidido, arraigado y enfocado, obtendré logros más profundos y duraderos en el tiempo.


¿Cómo saberlo? Interrógate acerca de ese lugar, no solo en cuanto a objetivos y para qués, que también tendrás que hacerlo, sino de desde dónde partes, desde dónde fundas esa decisión.


Una cuestión importante a tener en cuenta. Nada de lo que hacemos tiene que ver con lo que hacemos, existe una intención (o más) oculta, casi diríamos inconsciente. Búscala, profundiza en ti, arriésgate a indagar, a preguntarte y a cuestionarte sana y genuinamente acerca de eso que te pide actuar y avanzar. No te quedes con lo primero que se te ocurra, ve más allá. Cuanto más comprendas, más crecerás.


No es lo mismo tener un cuerpo 10 porque estoy comprometida con mi salud y mi imagen personal que anudo a mi marca profesional, por ejemplo, que un cuerpo 10 porque estamos a principio de año y todo el mundo va al gimnasio. El ejemplo es muy básico, pero nos sirve de puro obvio. Pues así con todo.


Búscate en tus desde donde inicias lo que inicias. Y, sobre todo, encuéntrate. Tendrás el mejor soporte que actuará de palanca para mover lo que parecía inamovible, aquello que no conseguías correr ni un centímetro del mismo sitio de siempre y habrás superado el enésimo intento fallido.


La honestidad con uno mismo se da por supuesta, no existen atajos ni engaños intermedios, colapsarían igual. El diálogo ha de ser genuino, interno, propio y singular. Limpio de polvo y paja, porque si a los cambios deseados no les damos profundidad, no serán, ahora ni nunca.

 

 

 
 
 

Comments


bottom of page